Como mujeres debemos gratitud a Dios, porque Él nos ha conocido, es por esto que podemos conocerle y es de nuestro privilegio; ya seamos hijas, esposas, madres,compañeras de trabajo o de estudios, vecinas, etc. Conocer y aceptar el deseo de Dios para nuestras vidas, de manera que seamos una buna influencia en los que nos rodean y en esta sociedad que tanto necesita mujeres que tengan edificadas sus vidas y sus hogares sobre la base, firme y sólida que es la Palabra de Dios (Salmo 127:1a).
Entendemos que solo en Dios, dejando que Él trate nuestras vidas podremos realizarnos completamente como mujeres. Ayudanos a orar por este hermoso grupo de mujeres, por las reuniones que tendremos cada segundo viernes de mes. Debemos animarnos unas a otras a participar e invitat a familiares y amigas, tendremos un tiempo juntas, podremos conocernos mejor y sobre todo que Dios sea el centro de nuestros encuentros.
