sábado, 30 de enero de 2016

"El secreto del gozo invencible"

John Piper.         

Jesús reveló un secreto que protege nuestra felicidad de la amenaza del sufrimiento y de la amenaza del éxito. El secreto es este: Grade es su recompensa en el cielo. Y la suma de esa recompensa es disfrutar de la plenitud de la gloria de Jesucristo. (Juan 17:24).
El protege nuestra felicidad del sufrimiento cuando dice: "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos"(mateo 5:11-12).
Nuestra gran recompensa en el cielo rescata nuestro gozo de la amenaza de la persecución y el oprobio. Además él protege nuestro gozo del éxito cuando dice, pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujeten, sino regocijaos de que vuestros nombres está escritos en los cielos, (lucas 10:20).
Los discípulos fueron tentados a poner su gozo en el éxito ministerial. "¡Aun los demonios se nos sujetan en su nombre!"(Lucas 10:17). Pero eso hubiera cortado su gozo de la única ancla segura. Así que, Jesús protege su gozo de la amenaza del éxito al prometer la gran recompensa del cielo. Regoncíjense  en esto: que sus nombres están escritos en el cielo. Su heredad es infinita, eterna, segura. Nuestro gozo está seguro. Ni el sufrimiento ni el éxito pueden destruir su ancla. Grande es recompensa en el cielo. Su nombre esta escrito allí. Está seguro.
Jesús ancló la felicidad de los santos sufrientes e la recompensa del cielo. y él anclo la felicidad de los santos exitosos en lo mismo. Y así nos liberó de la tiranía del dolor y del placer mundano

lunes, 25 de enero de 2016

viernes, 22 de enero de 2016

¡Mira a Cristo! ¡Medita en su Palabra!


Por Pedro B. Blois        

Hace unos días estaba aconsejando a una persona que estaba pasando por graves problemas familiares. Después de una serie de consejos bíblicos aplicados a la situación, llegó el momento de decirle lo que todo pastor termina diciendo en una consejería bíblica: “hermano, ¡tienes que mirar a Cristo!”. La dificultad la enfrenté cuando esta persona me respondió: “¿Y cómo miro a Cristo?”. Le di una respuesta razonable a su pregunta, pero salí del lugar meditando en esta cuestión: ¿Cómo miramos a Cristo? ¿Qué significa en nuestros días poner nuestros ojos en el Señor? ¡Considerando que Él está sentado en su Trono en el Cielo!

En 2 Corintios 3.18 leemos: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” Aquí el apóstol Pablo nos habla de ver la gloria del Señor, de mirar a Cristo como en un espejo. Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Dónde está ese espejo? En todo el contexto de este versículo el apóstol nos está hablando de la Escritura – tanto del Antiguo como del Nuevo Pacto. Pablo nos dice que si queremos ver a Cristo, lo veremos en su Palabra. Decir que debemos mirar a Cristo, es lo mismo que decir: ¡Considera la Palabra, medita en ella, tenla en tu mente y corazón! Cuando nos acercamos a la Palabra, el Espíritu Santo de Dios nos permite ver la gloria de Cristo, y nos hace a cada día más parecidos a Él. Por eso hermano, ¡mira a Cristo! ¡Medita en su Palabra!

lunes, 18 de enero de 2016

miércoles, 13 de enero de 2016

¿Saldrás sin saber a dónde?



...Y salió sin saber a dónde iba", Hebreos 11:8.

¿Has "salido" alguna vez de esta manera? Si así es, no existe ninguna respuesta lógica cuando alguien te interroga acerca de lo que estás haciendo. Una de las preguntas más difíciles de responder en el trabajo cristiano es: "¿Qué es lo que esperas hacer?" No sabes lo que vas a hacer. Lo único que sabes es que Dios sabe lo que Él está haciendo. Examina continuamente tu actitud hacia Dios y verifica si estás dispuesto a "salir" en cada área de tu vida, confiando plenamente en Él. Esa actitud siempre te mantendrá a la expectativa, porque no sabes lo que Él va a hacer después. Al levantarte cada mañana tienes una nueva oportunidad para "salir" edificando tu confianza en Dios. "No os angustiéis por vuestra vida... ni por el cuerpo", Lucas 12:22. En otras palabras, no te preocupes por las cosas que te preocupaban antes de “salir”.
¿Le has estado preguntando a Dios lo que va a hacer? Nunca te lo dirá. Él no te cuenta lo que va a hacer; antes te revela quién es Él. ¿Crees en un Dios que hace milagros y vas a "salir" rendido completamente a Él, hasta que nada de lo que haga te sorprenda en lo más mínimo? Cree que Dios siempre es el Dios que tú has conocido cuando estás muy cerca de Él, y luego piensa en lo innecesario e irrespetuoso que es la preocupación. Permite que la actitud de tu vida sea de continua disposición a 'salir" confiando en Dios y tu vida tendrá un carisma sagrado e inexpresable muy satisfactorio para Jesús (…).

Oswald Chambres.

lunes, 4 de enero de 2016