jueves, 19 de marzo de 2015

"Océanos por descubrir"


Por Pedro B. Blois

¿Qué día se embotará tu conocimiento de Dios? ¿Cuál será el momento en el que dejes de crecer? Será el día en el que, a veces de manera imperceptible, comiences a creer que ya sabes demasiado sobre Él. El peligro de la familiaridad, es que a fuerza de convivencia, uno piensa que conoce más de lo que en realidad conoce. Leemos las Escrituras a diario, convivimos con los hermanos de la fe, escuchamos abundantes sermones, y comenzamos a pensar que recorremos sendas por demás conocidas, que nos calzamos a Dios y su evangelio como las pantuflas del hogar.

Lejos de eso, el verdadero conocimiento de Dios nos empuja a océanos infinitos por descubrir. Aún toda la eternidad no bastará para asombrarnos ante el despliegue de su infinito poder, amor y sabiduría. El apóstol Pablo vivía la vida cristiana, dejando lo que quedaba para atrás, y prosiguiendo al supremo llamamiento que había recibido de Jesucristo (Fil.3.13-14). Si el apóstol Pablo reconocía haber tanto por delante, ¡¿cuánto más nosotros?! Busquemos entonces cultivar un corazón hambriento por mayores medidas de la gracias divina, pues ese corazón glorifica al Padre. Sin importar cuánto hayas avanzado, ¡hay mucho por recorrer!