miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA BENDICION DELSUFRIMIENTO


Fue bueno haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
Salmos 119,71


Fue bueno haber sido humillado. Aun cuando la aflicción viene de malas personas, condujo a fines benéficos, incluso si era perjudicial cuando surgió de esas personas, que era bueno para David. Él sabía muy bien que ella disfrutaba de muchas maneras.


Cualesquiera que sean los pensamientos que sobrevienen mientras enfrentan la terrible experiencia, se dio cuenta de que era mejor así. Fue bueno ver a los soberbios próspero porque sus corazones se hizo aún más sensual e insensible, pero la aflicción tenía un carácter positivo para el salmista. Nuestro peor es mejor que el mejor de los pecadores. Para los pecadores, la alegría se convierte en perjudicial, ya los santos, la tristeza es beneficioso. Un sinfín de beneficios han caído sobre nosotros por medio de nuestros dolores y tristezas, y más, sigue siendo ésta: que hemos sido bien instruidos en la ley.


Para que aprenda tus estatutos. Nuestro conocimiento y nuestra observancia de estos estatutos llegó cuando nos sentimos los golpes del palo. Roguemos al Señor para instruir a nosotros (v. 66), y ahora se dan cuenta de que ya lo hizo. De hecho, en realidad nos ha tratado bien, porque hemos manejado muy sabio.


Hemos sido salvados, por medio de nuestras pruebas, la ignorancia y un corazón graso, por lo que si no existen no más, sería causa suficiente de gratitud constante. Ser engordados por la prosperidad no es saludable para el orgullo, sino por la verdad, ser instruidos por la adversidad es la humildad saludable. Muy poco tiene que aprender sin peligro. Para ser buenos estudiantes, debemos ser buenos enfermos. En latín se dice: Experientia docet - La experiencia enseña. No hay un camino para aprender regia estatutos reales, los mandamientos de Dios son los más leídos por los ojos húmedos de lágrimas.

Spugeon