lunes, 31 de marzo de 2014
Venciendo el temor de hombres
Predicación del domingo 30 de marzo de 2014
Pedro Blois
Lucas12:4-12
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Caminar en integridad
Su camino puede ser lento, pero es seguro. El que se apresura a ser rico no será inocente ni estará seguro; pero la constante perseverancia en la integridad, aunque no traiga riquezas, ciertamente traerá paz. Cuando hacemos lo que es justo y recto somos semejantes a uno que camina sobre una roca, pues tenemos confianza de que cada paso que damos es sobre un terreno sólido y seguro.
Por otro lado, el mayor éxito mediante transacciones cuestionables ha de ser siempre falso y traicionero, y el hombre que lo hubiere alcanzado ha de estar temeroso siempre que vendrá un día de hacer cuentas, y entonces sus ganancias lo condenarán.
Aferrémonos a la verdad y a la justicia. Por la gracia de Dios, imitemos a nuestro Dios y Señor, en cuya boca no se encontró engaño jamás. No tengamos miedo de ser pobres, ni de ser tratados con desprecio. Nunca, por ninguna causa, hagamos algo que nuestra conciencia no pueda justificar. Si perdiéramos la paz interior, perderíamos más de lo que una fortuna podría comprar. Si nos mantenemos en el propio camino del Señor, y no pecamos nunca contra nuestra conciencia, nuestro camino es seguro en contra de los agresores. ¿Quién podría dañarnos si somos seguidores de lo que es bueno? Podríamos ser considerados necios por los necios si somos firmes en nuestra integridad; pero en el lugar donde el juicio es infalible seremos aprobados. .
Por otro lado, el mayor éxito mediante transacciones cuestionables ha de ser siempre falso y traicionero, y el hombre que lo hubiere alcanzado ha de estar temeroso siempre que vendrá un día de hacer cuentas, y entonces sus ganancias lo condenarán.
Aferrémonos a la verdad y a la justicia. Por la gracia de Dios, imitemos a nuestro Dios y Señor, en cuya boca no se encontró engaño jamás. No tengamos miedo de ser pobres, ni de ser tratados con desprecio. Nunca, por ninguna causa, hagamos algo que nuestra conciencia no pueda justificar. Si perdiéramos la paz interior, perderíamos más de lo que una fortuna podría comprar. Si nos mantenemos en el propio camino del Señor, y no pecamos nunca contra nuestra conciencia, nuestro camino es seguro en contra de los agresores. ¿Quién podría dañarnos si somos seguidores de lo que es bueno? Podríamos ser considerados necios por los necios si somos firmes en nuestra integridad; pero en el lugar donde el juicio es infalible seremos aprobados. .
Spurgeon
lunes, 24 de marzo de 2014
"Jesús contra la falsa religión"
EL PLAN
Por Pedro Blois.
Dios tiene un plan. Él designó todo lo que acontece antes de haber creado la primera partícula de lo que existe. Este plan fue elaborado dentro del seno mismo de la Trinidad, sin la participación de nadie fuera de Dios. En este plan, Dios no fue influenciado por nada que pudiese prever, ni por especulación alguna; antes, todo lo previsto fue previamente decretado. Y el gran propósito de Dios en este plan eterno, es la gloria misma de su Nombre; es que la belleza del eterno amor Trino se difundiese y expresase en toda la Creación.
Ahora, el mismo Dios que elaboró el plan, rige sobre todas las cosas, obrando en ellas cabalmente todo lo que ha decretado. Y cuando se dice todo, se incluye el pecado, la maldad, y el diablo. En última instancia, todas las cosas cumplen y hacen avanzar su plan eterno. Y lo asombroso de todo esto, es que Dios es capaz de actuar así, sin ser ni autor ni culpable de la maldad. Él ordena aún la realidad del pecado, manteniendo la libertad de la voluntad humana, y la plena responsabilidad del hombre. ¡Cuán grande misterio!
Y hermanos, ¡mirad nuestro consuelo!: La gloria de Dios encuentra su punto culminante en la salvación de su pueblo. Dios ha ordenado todas las cosas – ¡aún al diablo! – para que la gloria de su Nombre se exprese en todo fulgor, en la persona de su Hijo, y en su obra de salvación. ¡Oh creyente! ¿Puede haber mayor seguridad para ti? Ante tal realidad, solamente podemos postrarnos, adorar, y decir junto al apóstol Pablo:
“Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a Él primero para que le fuese recompensado? Porque de él, por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Rom. 11.33-36).
Ahora, el mismo Dios que elaboró el plan, rige sobre todas las cosas, obrando en ellas cabalmente todo lo que ha decretado. Y cuando se dice todo, se incluye el pecado, la maldad, y el diablo. En última instancia, todas las cosas cumplen y hacen avanzar su plan eterno. Y lo asombroso de todo esto, es que Dios es capaz de actuar así, sin ser ni autor ni culpable de la maldad. Él ordena aún la realidad del pecado, manteniendo la libertad de la voluntad humana, y la plena responsabilidad del hombre. ¡Cuán grande misterio!
Y hermanos, ¡mirad nuestro consuelo!: La gloria de Dios encuentra su punto culminante en la salvación de su pueblo. Dios ha ordenado todas las cosas – ¡aún al diablo! – para que la gloria de su Nombre se exprese en todo fulgor, en la persona de su Hijo, y en su obra de salvación. ¡Oh creyente! ¿Puede haber mayor seguridad para ti? Ante tal realidad, solamente podemos postrarnos, adorar, y decir junto al apóstol Pablo:
“Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a Él primero para que le fuese recompensado? Porque de él, por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Rom. 11.33-36).
lunes, 10 de marzo de 2014
DEPOSITANDO LA MENTE EN LA VERDAD
Por Pedro Blois.
Responder a la demanda del
apóstol Pedro, cuando nos llama a ceñir
los lomos de nuestro entendimiento con la Biblia, y ser sobrios en nuestros
pensamientos, no es tarea fácil (1
Pedro 1.13). Así como el restante de las facultades del alma, nuestra mente
ha sido gravemente afectada por el pecado. Y el efecto del pecado en la mente,
se muestra de manera contundente en la continua tendencia a mantener nuestros pensamientos en cosas
vanas, sin valor o sentido alguno.
Parece que nuestras mentes se
sienten cómodas y relajadas cuando reposan en la superficie de pensamientos
vacíos y superficiales. Por otro lado, ahondar en las cuestiones que tratan de
Dios, del hombre, y de las realidades eternas, nos parece denso y trabajoso.
¡Nos sentimos como si tuviésemos que levantar pesas! Pero, ¡oh!, aún aquellos
que se atreven a entrar en las verdades trascendentales, lo hacen para terminar
en confusión, ansiedad, y un terrible dolor de cabezas.
Cristiano, ¡contigo no ha de ser
así! Tú dispones de la Palabra de Dios,
y de la mente de Cristo. Te ha sido
otorgada la fuente de todo conocimiento y
sabiduría, y una mente que, entrenada en ella, crecerá en gozo, esperanza, y
paz. ¿A qué esperas entonces? Es cierto que tendrás que vencer lo que aún
resta de esa pereza y vanidad mental, pero ¡hay gran provecho en ello! Tal vez
mañana, en vez en encender la televisión, o navegar en la web, quieras gustar
el gozo eterno de abrir la Biblia, y meditar en ella.
lunes, 3 de marzo de 2014
SENTADOS A SUS PIES
Predcación del domingo 2 de marzo de 2014
Pedro Blois
Lucas 10:28-11:13
Para escuchar hacer clic AQUÍ
Para descargar hacer clic con el botón derecho del ratón sobre este enlace https://db.tt/42v9Ml0b y después elegir la opción ·guardar enlace como ".
Pedro Blois
Lucas 10:28-11:13
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SOMOS HIJOS DE DIOS
“Mirad cual amor nos ha dado el Padre”. Si consideramos lo
que hemos sido y lo que todavía somos cuando la corrupción muestra en nosotros
su funesto poder, nos admiraremos de que Dios nos haya adoptado como hijos. Sin
embargo, ésa es la verdad, pues el pasaje dice que somos llamados hijos de
Dios. ¡ Que sublime relación es la de un hijo y que privilegio entraña! ¡Que
cuidado y que cariño el hijo espera de su padre y que amor en padre siente para
con su hijo! Pero nosotros por medio de
Cristo, tenemos todo eso y mucho mas. En cuanto a los momentáneos sufrimientos
que compartimos con nuestro Hermano Mayor, las aceptamos como un honor. “El
mundo no nos conoce porque no le conocen a El”. Nos alegramos de ser,
juntamente con Jesús, desconocidos en su humillación, pues sabemos que
juntamente con él habremos de ser exaltados.
“Amados ahora somos hijos de Dios”. Es fácil leer esto
pero no es fácil sentirlo. ¿Cómo se halla tu corazón esta mañana?¿se halla en
la profundidad de la aflicción? ¿la corrupción se levanta dentro de tu espíritu
y la gracia se asemeja a una pobre chispa pisoteada bajo los pies? No temas, tu
no tienes que vivir de tus dones ni de tus sentimientos, solo debes vivir por
fe en Cristo. Aunque todo nos sea
contrario, aunque estemos en la profundidad de la aflicción, ya estemos en la
montaña o en el valle, el pasaje dice que ahora somos hijos de Dios. Pero-
dices tú- yo no estoy bien ataviado, mis dones no me destacan y mi justicia no
brilla esplendorosamente. Hermano lee otra vez el texto: “Aun no se ha
manifestado lo que hemos de ser, peros sabemos que cuando él apareciere,
seremos como es él”. El Espíritu Santo purifica nuestras mentes y el poder
divino perfeccionará nuestros cuerpos y entonces le veremos como es él.SPURGEON
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